La Casa de César Manrique
Una casa con un espiritu muy diferente a la original Casa del Volcán, hoy convertida en su Fundación. La casa del palmeral, abierta como Casa-Museo de César Manrique desde 2003, era originalmente una casa de labranza que reformó en 1986 para convertirla en un hogar contemporáneo, cómodo y acogedor. Cuando entras en la casa se percibe de inmediato la calidez. Una casa para ser vivida y disfrutada. Diseñada para acoger. Una casa en la disfrutar de los recuerdos de toda una vida. Muebles, objetos decorativos, cuadros, libros…. que cuentan su historia. La historia de un artista de vida cosmopolita que supo apreciar el valor de su cultura y de su tierra para, a través de su mirada, transformarla en arte.
Espacios íntimos
Entrar en la intimidad de alguien siempre da un poco de pudor. La habitación de César es un lugar que invita al recogimiento, como un útero en el que sentirse protegido. De las perchas de su armario cuelga aún su ropa. Sobre las estanterías, marcos con fotografías, esculturas africanas, libros y revistas que estaría leyendo… Todo enmarcado por techos de madera, alfombras persas, mullidos almohadones y luz indirecta. Un ambiente tenue y acogedor que contrasta con el baño.
Lugares para compartir
La música de jazz suena y hace que te sientas inmediatamente a gusto, en casa. En cualquier momento podría aparecer César con su sonrisa, con su vitalidad, flanqueado por su enorme perro Taro. En su salón se acumulan recuerdos de una vida, fotos de familia, amigos y celebridade como Rockefeller o Josephine Baker, conviven encima de su piano y estanterías. Piano César Manrique La colección de cerámica tradicional canaria preside la zona de reunión, junto a la chimenea. Confortables sillones dispuestos alrededor del fuego que invitan a imaginar conversaciones interminables.
La zona del comedor
forma parte de la ampliación que estaba llevando a cabo cuando falleció y que abría la casa al impresionante jardín.
La cocina
César era un hombre de costumbres sencillas. Su plato en la mesa le espera para disfrutar del almuerzo. En las paredes, azulejos diseñados por él y carteles de exposiciones de Miró y Picasso.
Lugar de creación
Atravesando el jardín de palmeras y picón llegamos a su estudio. El lugar en el que creó hasta sus últimos días y donde podemos acercarnos a su mundo creativo. Pigmentos, pinceles, materiales, obras inacabadas…forman parte de este gran espacio lleno de luz en el que pasaba los días entregado a la creación. Entrar en su taller es como entrar en un templo. Un templo consagrado al arte y la experimentación.
Paraíso hedonista
El gran porche de la zona de la piscina formaba parte de la ampliación de la casa y da paso a uno de los dormitorio para invitados. La piscina, con un diseño lineal alejado de las piscinas con formas orgánicas que asociamos a su obra, es el eje sobre el que pivota la zona de exteriores, en las que se crean diferentes áreas para el descanso y el relax. César era un hombre vital, con un depurado sentido estético y una gran conexión con la naturaleza y en estos espacios exteriores era donde podía sentirse cerca de ella.
Exposición 100 Años: Lanzarote y César Manrique
¡Échale un vistazo!
Puedes ver los artículos originales en: https://ociolanzarote.com/que-ver/espacios-culturales/fundacion-cesar-manrique/ y https://www.canariasviaja.com/viajaresvivir/refugio-de-artista-la-casa-museo-de-cesar-manrique/